martes, 15 de abril de 2008

Rajes......y más rajes

No hay primera sin segunda, una frase muy criolla, muy coloquial que utilizamos los peruanos para referirnos a una repetición.
Pero Pedro Salinas habrá pensado en esta frase; eso no lo sabremos. Lo único que podemos asegurar es que la segunda parte de "Rajes del oficio 2" ya ha sido publicada. Un libro muy interesante, pero a mi parecer entendible para aquellos que leen, mejor dicho para personas cultas.

Los personajes en esta segunda parte son más serios, más formales, más conservadores aunque claro que hay sus excepciones. No lo digo por ti chichi.

Pero en este caso haremos un análisis de tres personajes. Tres grandes hombres con una larga trayectoria tanto en el mundo literario como en el periodístico. Nos referimos a Mario Vargas Llosa, Enrique Zileri y Gustavo Gorriti.


Comenzaremos con Mario Vargas Llosa. Un personaje muy admirado y respetado en el Perú que escribió novelas muy interesantes y entretenidas.
Su manera de responder a las preguntas es extensa, no utiliza frases cortas, trata de dejar en claro lo que trata de decir aunque el receptor quizá no entienda. Recordemos que es un escritor, por tanto su manera de hablar es distinta, sus palabras no son muy cotidianas, pero todas sus respuestas tienen argumento y eso es válido en una entrevista pues lo hace interesante.


De ahí viene Enrique Zileri, cabe resaltar que por medio de este libro me enteré que es el director de la revista Caretas, que cosas no. Pero hablemos de él.
La forma de expresar sus ideas o respuestas es muy interesante, es una persona muy culta a la forma de hablar, sabe expresarse. Al igual que Vargas Llosa, utiliza las frases largas, pero claro en lo que trata de decir. Es un poco más suelto en sus comentarios, más simple en el sentido de la entrevista.


Por último está Gustavo Gorriti. Se podría decir que es el más de suelto de los tres. El menos serio, pero no el menos culto.
A diferencia de los anteriores entrevistados, Gustavo se extiende en sus respuestas cuando la pregunta lo requiere pero si la pregunta es concisa, la respuesta es corta. Su forma de decir las cosas es clara y fundamentada.






lunes, 7 de abril de 2008

Cosas que nunca olvidas


Llevo más de veinte años viviendo aquí. A pesar de ello, no conozco todo mi distrito, es más solo conozco mi zona y uno que otro lugar de por ahí.

En el lugar en donde vivo se le conoce como la zona “D”, se podría decir que es una de las zonas más movidas de San Juan de Miraflores, aunque cuando ya llevas tiempo, te acostumbras como en cualquier otro lugar.

Mi barrio es un poco más tranquilo. La gente es educada, sencilla y alegre, aunque nunca faltan las abuelitas regañonas que salen a botarnos de su casa como si fuéramos pandilleros o a gritarnos cuando de casualidad la pelota golpean sus puertas.

Lo curioso es que siempre que pasa esto, a mi me echan la culpa. Soy el mayor del grupo aunque no el más alto cabe aclarar, pero la edad me delata y por tal motivo siempre tengo que pedir las disculpas respectivas.

Cada cuadra tiene su grupo o su “mancha” como se dice, yo tengo el mío y siempre que podemos vamos a la vuelta de mi barrio donde hay una cancha y retamos a los equipos que están ahí. Lo gracioso es que casi siempre acaba en bronca, eso es lo malo cuando apuestas, pero cuando no hay dinero de por medio no hay emoción.

A pesar de perder o ganar, siempre acabamos riendo buscando a quien tuvo la culpa de haber perdido, pero bueno son cosas que suceden. Eso es lo estupendo de vivir en un barrio porque todas las cosas que pasan quedan como recuerdo y quieras o no siempre tus amigos van a estar allí para recordártelo.